El juego simbólico
El juego simbólico es toda actividad espontánea en la que los pequeños utilizan su capacidad mental para recrear un escenario como entretenimiento.
El juego simbólico favorece el desarrollo de la creatividad e ideación. Con el juego, los niños representan situaciones reales de la vida cotidiana: simulan ser peluqueros, médicos, maestros, jardineros, camareros, pilotos…
Imaginan y simbolizan situaciones reales con otras imaginadas, por lo que se favorece:
-El desarrollo de la creatividad y de la ideación.
-Favorece el desarrollo del lenguaje y amplía su vocabulario.
-Facilita el conocimiento y dominio de su propio cuerpo.
-Estimula la curiosidad.
-Contribuye al conocimiento del entorno y del funcionamiento de las cosas.
-Contribuye al desarrollo emocional y de las habilidades sociales
.Mejora la comprensión de situaciones sociales (saludos, turnos, peticiones…)
.Ayuda a exteriorizar sentimientos y emociones como el miedo, la rabia, la tristeza…
Por lo general, el juego simbólico comienza a desarrollarse a los dos años, aunque por supuesto, todo depende de la madurez de cada niño. A esta edad, los pequeños reproducen actividades de la vida diaria de los adultos.