¿Cuándo ir a un terapeuta ocupacional?
Una persona debe apoyarse en la figura de un terapeuta ocupacional cuando tiene dificultades para realizar tareas cotidianas como vestirse, comer o lavarse los dientes. También cuando tiene dificultades para manipular objetos pequeños, por ejemplo, para usar los cubiertos, unas tijeras o un lápiz para escribir.
En el caso de nuestros pequeños, podemos observar dificultades como:
-Dificultades en el juego, suele jugar siempre de forma similar o no entiende el juego
-Escasa o excesiva sensibilidad a las texturas, los sabores, el sonido o el movimiento
-Dificultades en el manejo de sus manos: agarra muy fuerte el lápiz y rompe el papel, se tira el agua por encima cuando intenta beber de un vaso, parece no sentir la fuerza que realiza cuando toca a las personas, dificultades de coordinación y motricidad fina.
¿Qué objetivo persigue la terapia ocupacional?
La terapia ocupacional hace un uso terapéutico de las actividades de cuidado, trabajo y juego para incrementar la independencia funcional, fomentar el desarrollo de los niños y prevenir la incapacidad. Para fomentar la participación de las personas, en ocasiones, es necesaria la inclusión de adaptaciones de tareas o del entorno para alcanzar la máxima autonomía y para aumentar la calidad de vida.